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Kohei Nawa: El maestro de las percepciones alteradas

Publicado el: 5 Marzo 2025

Por: Hervé Lancelin

Categoría: Crítica de arte

Tiempo de lectura: 10 minutos

Kohei Nawa transforma nuestra experiencia sensorial con sus esculturas que perturban deliberadamente nuestros sentidos. Sus obras “PixCell”, donde objetos y animales están cubiertos de esferas transparentes, nos obligan a reconocer los límites de nuestro aparato perceptivo y la naturaleza construida de nuestra realidad.

Escuchadme bien, panda de snobs. Kohei NAWA no es un simple artista, es un asesino metódico de nuestras percepciones cotidianas. Este escultor japonés, con sus esferas transparentes que cubren objetos banales como trofeos de caza, nos obliga a cuestionar la manera en que interactuamos con el mundo. ¿Y sabéis qué? Esto es exactamente lo que necesitamos en esta era digital donde nuestros cerebros, ablandados por las pantallas, confunden los píxeles con la realidad.

Nacido en 1975 en Osaka, Nawa se ha forjado una reputación internacional con sus obras que exploran las superficies como interfaces entre la percepción humana y la materialidad. Su emblemática serie “PixCell”, un término que él mismo inventó fusionando “pixel” y “célula”, simboliza perfectamente nuestra época saturada de información digital. Estos objetos, a menudo animales disecados, cubiertos de bolitas de vidrio que actúan como lentes de aumento, crean un efecto visual perturbador que nos hace dudar de lo que realmente vemos.

Lo que me impresiona del trabajo de Nawa es su capacidad fenomenológica para transformar nuestra experiencia sensorial. Cuando veo sus ciervos cubiertos de esferas, no veo simplemente un animal disecado disfrazado de bola de discoteca. No. Me enfrento a una reestructuración radical de mi percepción, como si Maurice Merleau-Ponty hubiera decidido de repente convertirse en un escultor vanguardista japonés. Merleau-Ponty nos enseñó que nuestro cuerpo es el vehículo de nuestro ser-en-el-mundo, que nuestras percepciones están encarnadas [1]. Nawa lleva esta idea más allá creando objetos que perturban deliberadamente nuestros sentidos, que nos obligan a reconocer los límites de nuestro aparato perceptivo.

El filósofo francés escribió en su “Fenomenología de la percepción” que “el cuerpo propio está en el mundo como el corazón en el organismo” [2]. Esta idea resuena perfectamente con las intenciones de Nawa cuando cubre sus objetos con esferas transparentes. Estas burbujas no son simplemente estéticas; sirven para subrayar nuestra relación perceptual complicada con los objetos. Como explica el propio Nawa, “cuando el objeto está completamente cubierto de esferas (células) de diferentes tamaños, dividiendo su piel en células individuales, está listo para ser ‘visto’ a través de lentes que lo aumentan y lo deforman”. Es precisamente lo que Merleau-Ponty quiso hacernos entender: nuestra percepción nunca es neutral, siempre es ya una interpretación.

Las creaciones de Nawa nos invitan a una experiencia encarnada donde somos conscientes de nuestro acto de percepción. Sus esculturas no son objetos pasivos para contemplar, sino catalizadores activos que nos obligan a reconocer cómo construimos nuestra realidad a través de nuestros sentidos. Este enfoque fenomenológico del arte recuerda los escritos de Merleau-Ponty cuando afirmó que “la cosa nunca está separada de alguien que la percibe” [3].

Su conexión con la arquitectura es evidente. La arquitectura no solo crea espacios; orquesta experiencias, modifica nuestras percepciones y movimientos. Nawa hace lo mismo con sus esculturas e instalaciones. Observad su instalación “Force”, donde el aceite de silicona cae constantemente del techo en finos hilos que se acumulan en un charco. ¿No es esta una forma de arquitectura líquida? ¿No construye Nawa espacios con materiales fluidos en lugar de hormigón y acero? Al igual que el arquitecto Tadao Ando que manipula la luz natural para transformar la experiencia espacial, Nawa manipula los materiales para transformar nuestra experiencia perceptual [4].

En su proyecto arquitectónico “Kohtei”, un pabellón de arte cerca de Hiroshima terminado en 2016, Nawa trasciende las fronteras tradicionales entre arte y arquitectura. Esta estructura, con su forma orgánica y su piel metálica perforada, se convierte en una extensión de su exploración escultórica. No es simplemente un edificio; es una escultura habitable, un espacio que involucra todos nuestros sentidos y modifica nuestra percepción tanto del interior como del exterior.

El crítico de arquitectura Kenneth Frampton escribió sobre la “tectónica” en arquitectura, que define como “el arte de unir las cosas” [5]. Nawa aplica este principio no solo en sus proyectos arquitectónicos, sino también en sus esculturas. Sus obras “PixCell” tratan precisamente de la unión, cómo las células/píxeles se conectan para formar un todo, cómo la información digital y la materialidad física se entrelazan.

Lo que me gusta particularmente de Nawa es su categórico rechazo a conformarse con los estereotipos del arte japonés. Mientras que muchos artistas japoneses han explotado el filón del manga-anime hasta la extenuación, Nawa eligió un camino diferente, más sofisticado. Forma parte de una nueva generación de artistas japoneses que buscan ofrecer una visión más matizada del arte y la cultura japonesa contemporánea. Como él mismo ha declarado: “Quizá hubo una época en la que los artistas se beneficiaban de los estereotipos japoneses en su trabajo, pero creo que mi generación ya no siente la necesidad de identificarse o intentar representar Japón.”

En su serie “Scum”, Nawa explora la idea del crecimiento orgánico incontrolado a través de esculturas de espuma de poliuretano que florecen en un gran volumen. Estas obras evocan una sensación de inquietante extrañeza, como si estuviéramos presenciando una división celular desenfrenada. Me recuerdan a las palabras del arquitecto Rem Koolhaas sobre la “ciudad genérica”, esa urbanización sin planificación que se extiende como una espuma en la superficie de nuestro planeta [6]. Nawa materializa esta ansiedad contemporánea frente al crecimiento incontrolado, ya sea urbano, celular o informacional.

La obra “Throne” de Nawa, expuesta bajo la pirámide del Louvre en París en 2018, representa un trono dorado elevado, vacío, rodeado por formas orgánicas. Esta pieza fusionaba arquitectura y escultura de manera magistral. El artista explicaba que esta obra cuestionaba el futuro de la humanidad frente a la inteligencia artificial: “¿Cómo crecerá esta nueva inteligencia nacida de la tecnología, y quién se sentará en el trono del futuro?” Esta escultura monumental resonaba con las preocupaciones arquitectónicas contemporáneas sobre nuestra relación con la tecnología y cómo esta moldea nuestros espacios de vida.

Las instalaciones inmersivas de Nawa como “Foam” crean ambientes donde el espectador está completamente rodeado. El arquitecto Peter Zumthor habla de “la atmósfera” en la arquitectura como una calidad espacial que nos toca emocionalmente incluso antes de que podamos analizarla intelectualmente [7]. Nawa crea precisamente esos tipos de atmósferas, espacios que nos afectan visceralmente antes de que nuestra mente pueda racionalizarlos.

Lo que realmente distingue a Nawa es que trasciende las categorías. ¿Es escultor, arquitecto, pintor o performer? Todas esas etiquetas parecen insuficientes. Su colaboración con el coreógrafo belga Damien Jalet en la pieza performativa “VESSEL” ilustra perfectamente esta fluidez creativa. Como escribió el arquitecto Bernard Tschumi, “no hay arquitectura sin evento, sin programa, sin violencia” [8]. Nawa aplica esta filosofía a su arte, creando obras que son tanto objeto como evento, estructura y performance.

Su trabajo con “Direction”, donde la pintura fluye por lienzos inclinados por efecto de la gravedad, evoca una sensación de orden cósmico, como si el artista hubiera encontrado una manera de hacer visibles las fuerzas invisibles que gobiernan nuestro universo. Estas pinturas recuerdan a los dibujos de flujo de fluidos del arquitecto Lebbeus Woods [9]. Ambos artistas usan la fluidez y la gravedad para explorar formas que desafían nuestra comprensión convencional del espacio. Woods buscaba representar arquitecturas que reaccionan a las fuerzas naturales y sociales; Nawa hace lo mismo con sus esculturas que responden a las leyes fundamentales de la física.

La práctica de Nawa está profundamente arraigada en la exploración de la materialidad y la percepción, dos preocupaciones centrales de la arquitectura contemporánea. Como destacó el arquitecto Juhani Pallasmaa, “la arquitectura significativa nos hace vivir en mundos de pura posibilidad” [10]. Las obras de Nawa abren precisamente esas posibilidades, invitándonos a reconsiderar nuestra relación con el espacio, la materia y la percepción.

Su estudio SANDWICH, fundado en 2009 en una antigua fábrica de bocadillos en Kioto, funciona como una plataforma creativa donde arquitectos, diseñadores y artistas colaboran. Este enfoque colaborativo recuerda a los talleres de arquitectura experimental como el de Olafur Eliasson en Berlín. Ambos creadores comprenden que las fronteras entre disciplinas son arbitrarias y que la creatividad florece en los espacios intermedios.

La constante exploración de Nawa sobre la relación entre lo físico y lo digital, lo real y lo virtual, resuena con las preocupaciones contemporáneas de la arquitectura en la era digital. Arquitectos como Greg Lynn o Zaha Hadid han utilizado herramientas digitales para crear formas que parecen desafiar la gravedad y nuestra comprensión convencional de la estructura. Nawa hace lo mismo con sus esculturas, creando objetos que parecen existir simultáneamente en el mundo físico y digital.

Lo que hace que la obra de Nawa sea tan poderosa es que nos hace dudar de nuestras certezas perceptivas. En un mundo donde la realidad virtual y aumentada difuminan cada vez más la línea entre lo real y lo simulado, su trabajo se vuelve aún más relevante. Como Merleau-Ponty nos enseñó que la percepción es siempre un proceso activo y no una recepción pasiva de información, Nawa nos muestra que nuestra comprensión del mundo está moldeada por las interfaces a través de las cuales lo experimentamos.

Os desafío a mirar un ciervo “PixCell” de Nawa y a no cuestionar vuestro propio acto de percepción. Estos objetos familiares convertidos en extraños nos obligan a reconocer los límites de nuestro aparato perceptivo y la naturaleza construida de nuestra realidad. Eso es precisamente lo que busca la mejor arquitectura: no solo refugiarnos, sino hacernos ver el mundo de manera diferente.

En una cultura visual saturada de imágenes, donde la distinción entre lo real y lo virtual se difumina, Nawa nos ofrece una corrección necesaria. Sus obras no son objetos para consumir pasivamente, sino experiencias que nos obligan a reconocer nuestro papel activo en la construcción de nuestra realidad perceptual. Como escribió Merleau-Ponty, “la experiencia perceptiva es una experiencia corporal” [11]. Nawa nos recuerda esta verdad fundamental a través de esculturas que involucran todos nuestros sentidos, no solo nuestra visión.

El lenguaje de la fenomenología es particularmente apropiado para discutir el trabajo de Nawa. El concepto de Merleau-Ponty del “cuerpo propio” como nuestro medio primario para experimentar el mundo resuena con la forma en que Nawa manipula nuestra percepción mediante intervenciones materiales. Cuando cubre un objeto con esferas de vidrio, no solo cambia su apariencia; transforma fundamentalmente nuestra relación perceptiva con ese objeto.

El arte de Nawa nos invita a adoptar lo que Merleau-Ponty llamaba “la actitud fenomenológica”, una apertura a la experiencia directa en lugar del análisis intelectual. Sus esculturas no son puzzles para resolver, sino experiencias para vivir, invitaciones a reconocer la naturaleza encarnada de nuestra percepción. Como escribió Merleau-Ponty, “el mundo fenomenológico no es la explicitación de un ser previo, sino la fundación del ser” [12].

Lo que hace a Kohei Nawa un artista tan extraordinario es que fusiona preocupaciones filosóficas profundas con una ejecución técnica impecable. Sus obras son a la vez intelectualmente estimulantes y visualmente cautivadoras, conceptualmente rigurosas y sensualmente envolventes. Como los grandes arquitectos que crean espacios que nos conmueven a un nivel visceral a la vez que nos hacen reflexionar profundamente, Nawa crea objetos que nos afectan emocional e intelectualmente.

Así que la próxima vez que os encontréis frente a una obra de Nawa, no os limitéis a observarla pasivamente. Interactuad con ella fenomenológicamente, reconociendo vuestro papel activo en el acto de percepción. Porque eso es precisamente lo que Nawa nos pide: no solo ver sus obras, sino reconocer cómo vemos.

Y tal vez esa sea la mayor contribución de Nawa al arte contemporáneo, recordarnos que el arte no es simplemente algo para mirar, sino una forma de hacernos ver de manera diferente. En un mundo donde estamos bombardeados con imágenes, donde la percepción está cada vez más mediada por pantallas, este recordatorio es más importante que nunca. Como nos enseñó Merleau-Ponty, y como Nawa nos muestra, la percepción nunca es pasiva; siempre es un acto creativo, una danza entre el sujeto y el objeto, el que ve y lo visto.


  1. Merleau-Ponty, Maurice. “Fenomenología de la percepción”, Gallimard, 1945.
  2. Íbid.
  3. Íbid.
  4. Dal Co, Francesco. “Tadao Ando: Obras Completas”, Phaidon Press, 1995.
  5. Frampton, Kenneth. “Estudios en la Cultura Tectónica”, MIT Press, 1995.
  6. Koolhaas, Rem. “Ciudad Genérica”, en “S,M,L,XL”, The Monacelli Press, 1995.
  7. Zumthor, Peter. “Atmósferas”, Birkhäuser, 2006.
  8. Tschumi, Bernard. “Arquitectura y Disyunción”, MIT Press, 1996.
  9. Woods, Lebbeus. “Reconstrucción Radical”, Princeton Architectural Press, 1997.
  10. Pallasmaa, Juhani. “Los Ojos de la Piel: Arquitectura y los Sentidos”, Wiley, 2005.
  11. Merleau-Ponty, Maurice. “Fenomenología de la percepción”, Gallimard, 1945.
  12. Íbid.
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Referencia(s)

Kohei NAWA (1975)
Nombre: Kohei
Apellido: NAWA
Otro(s) nombre(s):

  • 名和晃平 (Japonés)

Género: Masculino
Nacionalidad(es):

  • Japón

Edad: 50 años (2025)

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